Cualquiera que haya iniciado una actividad profesional de manera independiente, sabe que los trámites burocráticos son muchos y variados. Por ello, evidentemente, no es infrecuente necesitar un poco de ayuda cuando tu negocio está dando sus primeros pasos. Y es que no solo debemos cumplir con las obligaciones que nos exige la administración pública —uno de ellos es la declaración responsable, que veremos a continuación—; también tendremos que presentar todo aquello que sea solicitado por cada administración local. Solo así podremos tener la tranquilidad de tener los deberes hechos.
Esto, a futuro, nos podrá evitar algún que otro susto en forma de sanciones, debido a algún trámite que se haya quedado en el aire a la hora de ponernos en marcha. Como decíamos, uno de ellos es la declaración responsable. Se trata de un procedimiento importante presentado al gobierno local por una persona que inicia o modifica sus actividades comerciales.
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Declaración responsable: un documento imprescindible
En este documento queda expresada tu intención de iniciar o modificar la actividad que estás desarrollando. También explica tus capacidades y los medios de los que dispones para llevar tu proyecto a cabo. Esta es la forma actual de comunicarse con cada agencia reguladora antes de iniciar cualquier tipo de negocio.
Cada actividad es diferente, pero hay algo que todas tienen en común. Este tipo de declaración pretende sustituir algunas de las cuestiones relativas a la autorización administrativa previa de carácter obligatorio, lo que supone la reducción del formalismo burocrático administrativo.
Ahora que tenemos más claro qué es una declaración responsable, es hora de considerar su utilidad. Las declaraciones se presentan de forma conjunta a una solicitud frente a la administración competente en el caso en cuestión. En este sentido, a menudo aparecen en el ayuntamiento porque son los principales otorgadores de licencias.
Por tanto, en principio, las declaraciones de responsabilidad abren la posibilidad a recibir diversos privilegios administrativos. Estos incluyen permisos comerciales y de apertura, cambios de licencia o permisos de terraza, por poner algunos ejemplos.
Diferentes tipos de declaraciones de responsabilidad
Hay varios tipos de declaraciones responsables. Pero lo más común es reclamar la responsabilidad de un trabajo solicitando permisos y licencias de obras grandes y pequeñas. Dicho esto, se entiende que este tipo de declaraciones nunca debe subestimarse. En realidad, estos son a menudo requisitos obligatorios, especialmente para la obtención de los permisos antes mencionados, que de otra manera serían más difíciles de obtener.
Los documentos de declaración de responsabilidad se pueden solicitar en el ayuntamiento local o mediante la cesión del trámite a nuestro profesional de confianza. En general, estas últimas áreas son más ágiles y cercanas al ayuntamiento, pero por el contrario, se pueden incurrir en nuevos costes para gestionarlas. El precio de todo el proceso asociado a la reclamación o presentación de preaviso depende del tipo de instalación y/u operación, su superficie útil o las necesidades de la empresa de acondicionamiento.
Otro coste asociado con la declaración responsable es la tarifa que cobra cada ayuntamiento. Por tanto, dependiendo de las características mencionadas anteriormente, el precio total puede variar entre 500€ y 1000€ o más.
La inspección previa
Hay que tener en cuenta que el ayuntamiento realizará una primera inspección de las instalaciones para confirmar las normas de funcionamiento, medidas de higiene, etc. Algunas actividades requieren un registro comercial específico. Las visitas de verificación se realizan con cita previa con un técnico en el área del proyecto o un propietario que puede atender la documentación técnica adjunta.
De esta manera, se crea un acta de comparecencia firmada por un técnico de la ciudad, designado por el propietario o un encargado durante la visita. Si se detecta una infracción, se registrará y se detallarán algunas soluciones pertinentes recomendadas en un informe detallado posterior a la inspección.
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