Un mes y medio después del inicio de la cuarentena, el tráfico web de los sitios de supermercados reflejan un crecimiento del 135%. Las cifras de Statista reflejan cómo se ha revalorizado el papel del eCommerce durante la cuarentena. Aunque al igual que sucedía con la inversión, la crisis no está teniendo efectos homogéneos en esta actividad.
Un estudio de Flat 101 arroja unos datos con más matices. Sí, el 15% de los negocios de comercio electrónico han aumentado su facturación, pero otro 24% arrojan cifras negativas en términos de ventas.
La incertidumbre ha provocado que el consumo de vuelva mucho más racional, y que, por ejemplo, el 60,37% de los encuestados de este trabajo hayan reducido o eliminado las compras online. Muchos directamente han reducido su gasto a compras básicas y gastos fijos inevitables.
A tenor de este contexto tan inestable, hoy en MÁSMÓVIL Negocios hacemos acopio de datos para valorar el impacto del COVID-19 sobre el eCommerce.
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Variaciones por sectores
Durante el mes de abril el consumidor asimiló que lo que parecía una recesión coyuntural sería un estado más permanente y transversal, y así fue modificando su comportamiento frente a los canales de venta.
Del acopio de bienes de primera necesidad durante la primera semana, a la locura por los productos de gimnasia en casa, el eCommerce fue rotando según necesidades y tendencias. Para mediados de mes ya se había dibujado un incremento de la demanda del 33,5% en comparación a semanas previas.
¿Cuáles son los productos con más oportunidades de negocio en el marco del B2B? Bien, pese al crecimiento generalizado de los sectores, es fácil percibir dónde se acumulan los intereses en la primera quincena de abril respecto a la quincena previa:
- Bebés y ropa infantil +75%
- Casa y jardín +61%
- Tecnología y electrodomésticos +43%
- Farmacia +40%
- Coche y moto +37,6%
- Moda +31%
- Juegos y material educativo +27%
- Deportes +20,6%
- Mascotas +19,6%
- Ocio y cultura +11,6%
- Alimentación +3,23%
Retos y oportunidades en el eCommerce
La situación afecta al consumo y perjudica a aquellos modelos de negocio más estáticos e inflexibles. Eso sí, que unas oportunidades hasta ahora explotables desaparezcan, no significa que en su lugar no estén apareciendo otras.
Antes de la llegada del coronavirus a España, la penetración del eCommerce dentro de fronteras oscilaba entre el 5 y el 40%. Con el paso de las semanas de confinamiento, el mercado fue creciendo a un ritmo mantenido, y ahora se sitúa a niveles similares a los de Reino Unido o Alemania.
En opinión de Accenture, "las experiencias comerciales de los clientes tienen que generar confianza, comodidad y relevancia, pero, en paralelo, están surgiendo nuevos hábitos y comportamientos que pueden ser el punto de partida para una nueva oleada de innovación en el comercio".
Las empresas que venían considerando el eCommerce como un canal secundario de venta, ahora tendrán que reflexionar y derivar más recursos a este entorno digital. Es decir, que habrán de ampliar el offering y crear nuevas líneas de servicio.
¿Cómo? Respondiendo, a nivel general, a tres cuestiones fundamentales. La primera, fomentando la tranquilidad entre los clientes. Hay que tener en cuenta que el 64% de los consumidores temen por su salud, y que el 88% guardan incertidumbre respecto al futuro económico.
Esta situación afecta negativamente a la demanda, y obliga a las compañías a buscar soluciones para recuperar la"normalidad". Una vez calmada la tensión, el siguiente paso será la estabilización; asegurar transacciones periódicas, y proyectar una demanda creciente a través del eCommerce.
"¿Cómo puedo re-configurar mis productos, servicios y mercados, y establecer nuevas alianzas para conseguir clientes nuevos y mantener los existentes?", se preguntan desde la consultora. Las cifras previas a la crisis ya no tienen utilidad, y se hace evidente una re-orientación.
Para generar las tan ansiadas oportunidades, lo recomendable será "crear un pasillo de supermercado digital". O lo que es lo mismo, redirigir los inventarios hacia el digital, y analizar e identificar áreas de diferenciación.
Al cambio deberá sumarse una nueva política de recursos humanos, una re-evaluación de precios y soluciones. En conclusión, trabajar tres lemas específicos: "confianza, relevancia y comodidad".
Una "nueva normalidad" para el eCommerce
Igual que el teletrabajo ha irrumpido en las empresas acabando con tendencias analógicas y costumbrismo cultural, el eCommerce aterrizará en el comercio tradicional para transformar la coyuntura en una nueva realidad.
Sin una vacuna para el coronavirus todavía en el calendario, las economías de todo el mundo se preparan ya para comenzar a desescalar medidas de confinamiento y reactivar los ciclos productivos. Sin embargo, esto se producirá manteniendo una serie de medidas de seguridad.
Las tiendas físicas operarán a un volumen inferior de actividad, y muchos consumidores saldrán de sus hogares con cierto miedo al contagio. En ese contexto, el comercio electrónico promete seguir siendo una herramienta eficaz para mantener en funcionamiento las cadenas de distribución.
En el futuro, el aprendizaje obtenido de la pandemia permitirá al eCommerce mantenerse firme como una alternativa moderna y apta para canalizar las necesidades de las sociedades modernas. Y, claro, las empresas interesadas tendrán que estar preparadas para colocarse a la vanguardia.
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