Dominar la oratoria es una habilidad que requiere una preparación previa y una planificación adecuada. Cuando realizas una presentación puedes comunicar mucho más de lo que pretendes decir a través del uso del lenguaje verbal. Puedes expresar tranquilidad, nerviosismo, seguridad y un largo etcétera de características que hablarán tanto de ti como de tu empresa.
Por este motivo, queremos darte las mejores indicaciones para que tus presentaciones sean todo un éxito y logres dominarlas a la perfección.
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Conoce el público al que vas a dirigirte
El primer paso, y más importante, es saber cuáles son las características principales de los asistentes (si conocen el tema en profundidad o si es la primera toma de contacto que tienen con él). Esto indicará hasta qué punto debe ser mucho más técnica la presentación o bien más explicativa para que entiendan de qué se trata.
Interiorizar el tema a tratar
Otro punto que debes tener en cuenta antes de realizar cualquier acción es conocer en profundidad el asunto que vayas a abordar. Investiga previamente y prepárate un resumen con los puntos más relevantes. Este paso hará que ahorres tiempo en memorizar y tu exposición resulte mucho más natural y fluida.
Organiza y estructura el contenido
Una vez tengas tu estudio, resumen de la materia a tratar y características de los oyentes a los que te vas a dirigir, debes organizar el contenido del que vas a hablar apoyándote en un guion.
Nosotros te aconsejamos que sigas la siguiente estructura con: la pre-introducción informal -te servirá para romper el hielo y ayudar a entrar en contexto a tu público-, la introducción -en la que debes abordar la cuestión a tratar y que debe adquirir un tono más formal-, el cuerpo -donde irá toda la información relevante y que deberás desglosar también- , el resumen -que servirá como recordatorio de todo lo abordado anteriormente, la conclusión y el cierre -el cual puede ser con un lenguaje más desenfadado-.
Apoya tu presentación con recursos visuales
Los destinatarios de tu mensaje lo comprenderán mucho mejor si apoyas los conceptos con imágenes, gráficos o vídeos. Esto ayuda a conceptualizar mejor y a retener mucho más la atención. Para encontrar imágenes existen bancos gratuitos como por ejemplo pixabay, en el que podrás obtener fotografías sobre cualquier tema.
Ten en cuenta los diferentes lenguajes que entran en juego y domínalos
Los gestos, el tono de voz o el ritmo de la conversión son aspectos que influyen en la transmisión de cualquier mensaje, y mucho más cuando se trata de la exposición de algún tema concreto.
En cuanto al lenguaje verbal, te aconsejamos que, a pesar de que tu público resulte ser un experto, no abuses de tecnicismos e intentes utilizarlo solo en las ocasiones donde sea necesario. De esta manera evitarás que lleguen a cansarse y mantengan en todo momento la atención.
Los gestos, la sonrisa, los pasos y el tono de voz son elementos del lenguaje no verbal. Debes aprender a dominarlos para que estén en línea con tu mensaje. Por ejemplo, puedes subir sutilmente la intensidad de la voz conforme a la importancia del asunto o acompañar con gestos la distribución de temas.
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Y en tu opinión, ¿cuáles crees que son las claves de una presentación efectiva?
