Administrar un negocio es algo que no está ni por asomo libre de complejidades. Es normal que los cargos directivos encuentren obstáculos y desafíos que deben superar para continuar operando y creciendo. Entre las bases principales de muchas empresas está la gestión de inventarios; para los gerentes, el inventario obsoleto es especialmente temido.
Uno de los errores más comunes que se cometen es asumir que un inventario se puede administrar adecuadamente sin estudiar los datos o registrar lo que entra y sale. Esto puede conducir a decisiones de compra que no se ajusten a la demanda real, lo cual genera problemas de stock.
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¿Qué es el inventario obsoleto?
El inventario obsoleto, también conocido como inventario "muerto", hace referencia a productos que han superado su vida útil y ya no se consideran aptos para su uso o venta debido a la falta de demanda. Por lo general, estos productos pasan por diferentes etapas antes de "caducar": primero, en un stock al que no se le da una salida tan rápida como debiera; luego, un exceso de productos, y finalmente la obsolescencia en sí.
El objetivo final de la gestión de inventario es poder garantizar que los productos almacenados no se devalúen antes de venderse. Y esto sucede por varias razones, como vamos a ver a continuación. Las más comunes son: aparición de versiones más nuevas de productos (por ejemplo, con mejores componentes); que las características del producto ya no se requieran; cambios en la demanda del consumidor...
Cuando un producto pierde valor, genera pérdidas económicas para la empresa y hace que el coste de adquisición sea irrecuperable. Además de eso, hay costes derivados de poseer un inventario que no crea valor y ocupa un espacio que podría usarse para introducir nuevos productos que sí lo crean.
Por qué ocurre la obsolescencia de stock
Estimaciones de demanda inexactos
Las empresas suelen hacer grandes pedidos y mantienen altos inventarios para satisfacer la demanda inesperada de los clientes. Sin embargo, pronósticos incorrectos pueden hacer que el inventario exceda la demanda, lo que lleva a la obsolescencia. Es un error habitual ya que pedidos más grandes ahorran costes a corto plazo, pero pueden generarlos a largo.
No hay distinción entre los tipos de productos al hacer el inventario
Las características de cada proyecto son diferentes, y el sistema de ventas también es diferente, lo que debe reflejarse en la estrategia de compra y venta. Por lo tanto, se deben considerar varios parámetros, como el tipo de rotación (alta y baja), costo, cantidad, peso, estacionalidad, etc. Si no se tiene en cuenta esto, se pueden generar mayores costos de adquisición y finalmente la obsolescencia.
Compra del producto equivocado
Cuando se adquieren nuevos productos, puede ser difícil saber si están dañados, y algunos artículos pueden ser propensos a dañarse o funcionar mal debido a problemas de diseño, fabricación, envío...
Cuando esto sucede, los clientes pueden devolver el artículo y dejar comentarios negativos. Lo mismo sucede si lanzamos un nuevo producto que no tiene ninguna ventaja sobre otros y por lo tanto no podremos vender correctamente. Todo esto crea un exceso de inventario que, con el tiempo, pierde valor y se convierte en un producto obsoleto que genera pérdidas.
Revisar el inventario con poca frecuencia
Si no sabemos qué tenemos, podemos perder la oportunidad de darles salida antes de que pierdan su valor. Es mejor hacer esto en vez de acumularlos si encuentras que tienes un inventario desactualizado. En caso de que ocupen mucho espacio en el almacén, también perderás dinero al no usar ese espacio de manera eficiente.
Qué hacer con el inventario obsoleto
Supervisar continuamente el inventario
Como en muchos otros casos, prevenir es mejor que curar. Si tenemos un control completo sobre el movimiento de productos desde la compra, recepción, almacenamiento, exhibición y venta, tendremos también mejor y más información sobre el estado de los mismos.
Solo de esta manera podemos tomar decisiones en función de datos reales en lugar de suposiciones. El control de inventario implica —entre otras cosas— saber la ubicación de los productos, cuántas unidades existen de cada uno y asegurarse de que el almacenamiento es correcto.
Ayudarse de un software de gestión contribuirá a evitar el exceso de existencias, porque nos permitirá calcular cuándo se debe realizar un pedido, el volumen del mismo, etc. Esta herramienta puede generar alertas automáticas, pero la plantilla también puede y debe mantenerse actualizada sobre el stock y decidir cuándo actuar. Es decir, combinar el factor humano y la tecnología es una apuesta segura.
Además, un software puede saber qué productos se venden bien y cuáles están estancados, pero solo la empresa sabe por qué, ya que generalmente conoce a sus clientes. En cualquier caso, el software es clave para poder ordenar o promocionar productos antes de que pierdan su valor, porque asegura un control y un monitoreo precisos y constantes.
Vender con descuento
Rebajar productos es una gran manera de darles una salida fácil, si es eso lo que necesitas. Además, brinda la oportunidad de recuperar la inversión inicial que supusieron. Puede ser buena idea colocarlos en las zonas más concurridas de la tienda para llamar la atención de las personas.
Venta cruzada
Los artículos que no se venden bien pueden funcionar si se combinan con otros. Podemos vender por un precio más bajo un artículo potente (por ejemplo, un portátil) si incluimos dos o tres accesorios relacionados (funda y soporte). Para hacer esto es necesario, como decimos, reducir el precio respecto al importe original del producto por separado.
Donar el inventario obsoleto
Otra opción es donar los productos que estén ocupando espacio en nuestro stock y que no logremos vender a organizaciones benéficas. Esta solución no es la más popular, pero podremos obtener una deducción fiscal equivalente al coste de estos productos.
Eliminar el stock obsoleto
Si no podemos darle salida ni donarlo, ni disponemos de otra opción, será mejor que sea asumido por la empresa como pérdidas. Dependiendo de los tipos de impuestos, esto puede ayudar a reducir la obligación tributaria porque el valor de los activos de la cuenta ha disminuido.
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