En varias ocasiones hemos remarcado que emprender no es tarea fácil. La motivación es vital para cumplir con tus objetivos, y por ello la resiliencia es una capacidad clave para que un negocio funcione mientras nos adaptamos a las circunstancias que se presenten, sean las que sean. En este post te explicamos qué es y te damos las claves para no rendirse y alcanzar todas tus metas.
¿Qué es la resiliencia en el emprendimiento?
Uno de los puntos más importantes para conseguir que tu negocio funcione es la motivación. Si no tienes ilusión y no eres capaz de adaptarte a cambios, tu idea puede ser buena, pero no estará bien ejecutada. De ahí que existan numerosos recursos para motivar al personal en un entorno de trabajo.
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La resiliencia es un motor en el emprendimiento. Hablamos de una cualidad esencial para sobrevivir en un entorno en constante cambio, y crucial para prosperar. Se define como la capacidad para enfrentar los desafíos, adaptarse a los cambios, recuperarse de los fracasos y seguir adelante con determinación. Una persona resiliente puede transformar los obstáculos en oportunidades de crecimiento y aprendizaje.
Especialmente en mercados con alta volatilidad, una empresa con mentalidad resiliente sabrá innovar de forma ágil apostando por un enfoque proactivo ante nuevos desafíos para seguir destacando respecto a sus competidores. No en vano, va muy ligada a la capacidad de recuperación y adaptación, lo que es un impulsor clave del éxito empresarial.
A veces se asocia la resiliencia de las organizaciones y empresas a su fortaleza financiera, pero aunque esta sea un signo de buena salud en cualquier empresa, poco tiene que ver. Lo que es importante es que un empresario resiliente no se rendirá ante las adversidades, sino que aprenderá de sus errores y se adaptará a las nuevas circunstancias, además de buscar constantemente cómo mejorar y crecer.
La resiliencia en el emprendimiento se refiere a la capacidad de un empresario para afrontar el fracaso, aprender de él y usar esa experiencia para guiar sus futuras acciones. No es simplemente resistir los tiempos difíciles, sino también ser capaz de emerger más fuerte y más sabio de ellos. Por tanto, como ves, la resiliencia no tiene nada que ver con ningún aspecto económico; es más bien una filosofía que te ayudará a prosperar.
KFC, el mejor ejemplo de resiliencia
Un caso interesante y destacado de empresario resiliente es el de Harland David Sanders, más conocido como el Coronel Sanders, fundador de Kentucky Fried Chicken (KFC). Sanders tuvo diferentes trabajos, desde bombero hasta vendedor de seguros, pero ninguno le supuso el inicio de una carrera exitosa.A los 40 años empezó a cocinar pollo para los clientes en su gasolinera en Corbin, Kentucky. Desarrolló su famosa receta de once hierbas y especias, y su pollo frito rápidamente ganó popularidad. Sin embargo, aún tendría que esperar para que el triunfo llegase. En 1952, a los 65 años, Sanders decidió franquiciar su receta a otros restaurantes, pero fue rechazado decenas de veces antes de encontrar su primer socio.
Esta perseverancia y capacidad de no rendirse ante el fracaso son grandes ejemplos de resiliencia. La gran cadena que hoy es KFC deja claro que el Coronel Sanders no se rendía fácilmente.
Cómo aumentar la resiliencia en el emprendimiento
La resiliencia comienza con un cambio de mentalidad. Fomentar una actitud positiva frente a los desafíos puede suponer una gran diferencia. Esto no significa ignorar los problemas, sino abordarlos con otra perspectiva: la de que cada desafío es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
Por otro lado, las empresas resilientes son aquellas que pueden adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, la tecnología y las condiciones económicas. Debes ser flexible y estar abierto a cambios.
También has de tejer una red con mentores, colegas, grupos de la industria, e incluso amigos y familiares. Van a ser tu balsa, tanto para apoyarte a nivel emocional como para aportarte ideas, recursos y nuevas perspectivas.
Y, sobre todo, debes entender que el fracaso es una parte inevitable del emprendimiento. La clave es aprender de estos fracasos, analizar qué salió mal y cómo se puede mejorar en el futuro. La resiliencia no trata de evitar el fracaso, sino de utilizarlo como un trampolín para el éxito futuro.
Por último, cuida de tu equipo. El bienestar de cualquier plantilla es un componente esencial de una empresa. Esto incluye mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal, fomentar un ambiente de trabajo saludable y el compañerismo y asegurarse de que todas las personas que forman parte de tu organización se sientan valoradas y apoyadas.
Desde MÁSMÓVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a entender qué es la resiliencia en el emprendimiento y cómo puedes adoptar esta filosofía para que tu proyecto prospere.