En cualquier organigrama empresarial la jerarquía es un factor clave. Este concepto ha sido la columna vertebral de las organizaciones durante décadas, pero ahora el modelo de redarquía está en alza. En este post te explicamos qué es, cuáles son las diferencias entre estos dos modelos organizacionales y cómo implementarlos en tu negocio.
Jerarquía y redarquía: definición
La jerarquía es un sistema organizacional basado en niveles de autoridad claramente definidos, donde cada empleado tiene un superior específico a quien reportar.
Este modelo cuenta con una estructura piramidal donde la toma de decisiones va de arriba hacia abajo y que destaca por contar con unos roles muy definidos que permiten una coordinación más efectiva.
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La redarquía, por otro lado, es un modelo organizacional que se caracteriza por su enfoque en la colaboración, la flexibilidad y la comunicación horizontal.
Este modelo se basa en una red de nodos (empleados o equipos) que trabajan de forma autónoma bajo unas directrices. La ventaja es que no tienen que estar reportando a nadie, ni esperando órdenes, lo que libera la creatividad, aumenta la capacidad de adaptación y fomenta el activismo corporativo.
Diferencia entre jerarquía y redarquía
Como habrás visto, la diferencia entre jerarquía y redarquía radica en sus estructuras.
La jerarquía apuesta por un modelo tradicional con una estructura conocida y que se basa en la autoridad y el control. En cambio, la redarquía tiene un enfoque mucho menos autoritario y donde se da confianza a equipos o personas para que trabajen de forma independiente.
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Por otro lado, en la jerarquía las decisiones suelen tomarse en los niveles superiores y luego se comunican a los empleados en los niveles inferiores. En cambio, la redarquía permite que las decisiones surjan de la colaboración y el consenso entre todos los niveles de la organización.
La gran ventaja de la redarquía es que, en el caso de que haya cambios inesperados, permite una mayor flexibilidad y adaptabilidad al estar mejor equipados para responder rápidamente a los cambios del mercado o a las demandas de los clientes, por ejemplo.
¿Qué tipos de redarquía hay?
Existen tres tipos de redarquía:
- Redes de equipos: sirve para organizaciones que funcionan a través de equipos, cada uno con un objetivo específico, pero que colaboran y comparten información entre sí.
- Organizaciones basadas en proyectos: buena opción para entornos donde los trabajadores se mueven entre proyectos según sea necesario, formando equipos dinámicos que se reconfiguran según los requisitos del proyecto.
- Comunidades de prácticas: para grupos que se forman alrededor de áreas de interés o especialización compartidas, trabajando juntos para innovar o mejorar en su campo.
Organización dual: uniendo jerarquía y redarquía
Ambos sistemas se pueden aplicar en un mismo entorno corporativo, en una organización dual que aprovecha las fortalezas de ambos sistemas.
Por ejemplo, Google lo aplica habitualmente en casi todos sus proyectos. Aunque hay un CEO que toma las decisiones iniciales y finales, la compañía está dividida en grupos o nodos de empleados con un sistema de redarquía.
Esta estructura híbrida puede funcionar muy bien a la hora de gestionar diferentes proyectos de forma más efectiva. Además, promueve una cultura que valora tanto la autoridad como el intercambio de ideas y la comunicación abierta.
Lo mejor es que de este modo la plantilla se siente más unida a la empresa al notar que forma parte de ella de forma más implícita, y perciben de una manera más positiva el negocio.
Desde MÁSMÓVIL NEGOCIOS esperamos haberte orientado acerca de la definición de redarquía y sus diferencias con la jerarquía, y cómo combinar ambos enfoques organizacionales puede ser muy beneficioso en según qué negocios.