Aunque durante los primeros días del Estado de Alarma la aplicación del Real Decreto fue compleja, y sus resultados ambivalentes, la situación terminó normalizándose gracias a los distintos comunicados del Gobierno. Ahora bien, parece que algunas pymes y grandes compañías empiezan a saltarse la cuarentena por el bien de su situación financiera.
No se trata de aquellas que operan de cara al público, sino de otras pertenecientes al tejido industrial y económico que abogan por forzar a sus plantillas para evitar mayores perjuicios a largo plazo.
En MÁSMÓVIL Negocios intentamos despejar las posibles dudas que hayan surgido a lo largo de la última semana con relación a qué pymes pueden mantenerse abiertas y cuáles no en este paradigma legal y económico.
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Lo que dice el Real Decreto
De acuerdo con el texto legal, "las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias dirigidas a reducir la expansión del COVID-19 han puesto de manifiesto los beneficios de la modalidad del trabajo no presencial, en aquellos puestos en que resulta posible, por su capacidad potencial de reducir la probabilidad de exposición y contagio por COVID-19".
¿Qué sucede si las pymes no disponen de los medios necesarios para teletrabajar? "Una de las cuestiones principales que este fenómeno está poniendo de manifiesto es la necesidad de asegurar que las empresas están preparadas para actuar en un entorno digital". Por ello el Gobierno impulsa el programa Acelera Pyme a través de Red.es.
En un apartado paralelo, el Real Decreto obliga a la continuidad del servicio a las principales operadoras del país. "Es imprescindible asegurar el mantenimiento de la conectividad y que los servicios de comunicaciones electrónicas se sigan prestando por los operadores, al menos, en las mismas condiciones que en la actualidad".
En lista
En su comunicado oficial del pasado 13 de marzo, Pedro Sánchez además entró a pormenorizar qué sectores debían cerrar para frenar la propagación del coronavirus. Las pymes y grandes empresas que deben detener su actividad son las incluidas en alguna de las siguientes especialidades:
- Museos.
- Archivos.
- Bibliotecas.
- Monumentos.
- Espectáculos públicos.
- Esparcimiento y diversión.
- Culturales y artísticos.
- Otros recintos e instalaciones.
- Deportivos.
- Espacios abiertos y vías públicas.
- Actividades recreativas de baile.
- Deportivo-recreativas.
- Juegos y apuestas.
- Culturales y de ocio.
- Recintos abiertos y vías públicas.
- Bares especiales.
- De hostelería y restauración.
Grandes empresas que continúan operando
La Unión General de Trabajadores aseguraba el pasado 17 de marzo que el Estado de Alarma podría haber afectado a aproximadamente 1 millón de trabajadores. Mientras que desde el Ministerio de Trabajo se estimaba en 400 o 500 los ERTEs acometidos por las empresas.
Sin embargo, durante los últimos días no han cesado las noticias relacionadas con compañías, no incluidas en los supuestos, que decidían volver a abrir para evitar pérdidas económicas mayores.
Así destaca el caso de Aribus-España, que tras cerrar sus plantas el pasado 23 de marzo, anunció la reapertura posterior ateniéndose a medidas de seguridad muy estrictas. Otras empresas como la compañía energética Petronor han optado por adoptar el teletrabajo en la medida de lo posible, y seguir operando en base a su papel de servicios mínimos para la economía del país.
En el caso de compañías que han optado por desoír las recomendaciones, tal es la situación de Aernnova, se están enfrentando en los últimos días a los sindicatos con duras huelgas generales promovidas por las propias plantillas.
En este, y el resto de casos similares, el trabajador tiene derecho a no acudir a su puesto según lo estipulado en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. De acuerdo con el texto, el empleado puede desobedecer la orden empresarial interrumpiendo su actividad si se pone en grave peligro su salud.
Aquellos empresarios que aboguen por las amenazas o coacciones pueden ser debidamente denunciados por los trabajadores, incluso a pesar de que los trámites legales se posterguen por la situación de crisis. Por eso es importante que detrás de cada decisión ejecutiva haya un consenso y una planificación previa adaptada a esta crisis. Cosa aplicable tanto para multinacionales como para pymes.
¿Las pymes españolas a un paso de las italianas?
Ante el incremento imparable de casos registrados, el Gobierno de Italia decidió recientemente decretar el cierre de las actividades productivas no esenciales. Según el nuevo decreto, solo permanecerán abiertas en torno a unas 80 áreas. Es decir, el 35% de la capacidad productiva del país.
La medida afecta a pymes y grandes empresas de sectores como el de la metalurgia, el de alquiler de vehículos o el de la construcción (salvo la rama de infraestructuras). Los establecimientos de ordenadores, teléfonos seguirán abiertos, así como los supermercados, farmacias, bancos, quioscos, oficinas de correos y estancos.
Esta decisión, que por el momento no se contempla para España, se aplica en un país que ha ido recogiendo, por adelantado, los datos de fallecimientos y contagios replicados en la península. Por lo que será interesante mantenerse actualizado ante posibles anuncios.
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