Cuando se quiere incidir en qué es un holding se está haciendo referencia a una sociedad financiera que es propietaria de la mayor parte del paquete de acciones de varias empresas. Se trata de una estructura en la que hay una entidad que controla todo el organigrama y que recibe el nombre de empresa matriz. El resto son designadas como filiales.
Esta estructura también recibe el nombre de holding empresarial y en su funcionamiento la sociedad matriz juega un papel fundamental porque es la que cuenta con la mayor parte de los derechos de voto. Además, tiene capacidad para nombrar a los miembros del órgano de Administración, aunque también tiene el poder de destituirlos. De hecho, el significado de holding se traduce por tenencia.
¿Qué beneficios tiene el holding para las empresas?
El hecho de establecer un holding de empresas tiene una serie de aspectos positivos que benefician a todas las entidades que pertenecen a él. Generalmente, formar parte de una estructura aporta diferentes ventajas como ocurre con el Joint Venture. Estos son los beneficios de estar en un holding empresarial.
- Distribución del negocio: en esta estructura cada empresa filial se encarga de un área concreta de actividad.
- Facilidad de venta: el hecho de vender una sociedad filial resulta más sencillo porque se renuncia a una actividad concreta.
- Apertura a los nuevos inversores: los nuevos inversores tienen facilidades para ingresar en el holding participando en un área de negocio.
- Agilidad en la toma de decisiones: los procesos de puesta en común y de toma de decisiones son bastante ágiles debido al control que ejerce la empresa matriz. Este último factor también evita los conflictos entre socios cuando se trata de empresas familiares.
- Ventajas en materia fiscal: estar en un holding empresarial ofrece beneficios fiscales como las exenciones en los repartos de dividendos o el estar exentos de abonar la plusvalía en impuestos como el de sociedades.
- Protección del patrimonio empresarial: los bienes inmuebles de la empresa pueden quedar bajo la protección de la empresa matriz, evitando que la actividad de las filiales llegue a perjudicarlos.
- Mayor control de riesgos: cada filial tiene la obligación de responder con sus recursos a las consecuencias que puedan tener sus actividades, dejando libre al resto de filiales.
- Mejora de la imagen empresarial: formar parte de un grupo de empresas transmite solidez, confianza y seguridad ante clientes e inversores.