La definición que explica la ciberamenaza y qué es, es la de peligro que se ciñe sobre la seguridad cibernética de los equipos informáticos. Se trata de la idea de que puede haber un ataque que se desarrolla a través del ciberespacio. La importancia de la ciberamenaza recae en que hay ataques que pueden generar un contratiempo fugaz, mientras que otros llevan a unas consecuencias devastadoras.

Otro aspecto que muestra la importancia de las ciberamenazas es que proceden de todo tipo de contextos y de actores. Estas amenazas pueden llegar a través de los hackers, de grupos criminales organizados, de empresas de la competencia, de espías o de individuos que tienen conocimientos muy amplios y que utilizan para obtener beneficios de forma ilegal. Todo esto hace que la ciberseguridad sea una materia de inversión prioritaria para muchas empresas, especialmente para aquellas que desarrollan su actividad en el mundo digital.

En ocasiones las ciberamenazas se ven como una contingencia muy lejana que solo afecta a determinadas personas y corporaciones, pero realmente cualquier usuario está expuesto a ellas. De ahí que particulares y empresarios recurran a elementos como el firewall que protege las transferencias de millones de datos que se producen diariamente a través de la red.

¿Cuáles son los tipos de ciberamenazas que existen?

El fenómeno de la ciberamenaza está muy estudiado y eso ha provocado que se establezcan diferentes tipos que van más allá de la presencia de hackers o cibercriminales. Estas son las principales modalidades.

  • Malware: este concepto procede de la abreviatura de “software malicioso”. Se trata de un código de software que se desarrolla para ocasionar un perjuicio intencionado a un sistema o a un usuario. El malware está presente en la mayoría de ciberataques.

  • Ingeniería social: esta práctica se basa en manipular los objetivos a dañar para que su información confidencial quede expuesta. Generalmente, se busca que la seguridad personal y financiera se vea alterada. El phishing es uno de los recursos que emplea la ingeniería social y se basa en el envío de correos y de llamadas fraudulentas que tienen el objetivo de engañar.
  • Ataques de intermediario: este tipo de ataques también se conocen como man-in-the-middle, que se traduce como “hombre en el medio". Consiste en el espionaje de un ciberdelincuente a una conexión de red para captar los mensajes enviados entre dos usuarios y así robar sus datos.
  • Exploits de día cero: en este caso se hace mención a un ciberataque que aprovecha los fallos de seguridad que no se han detectado y que no se pueden corregir. El término “día cero” hace referencia a la falta de tiempo de la que dispone un usuario para reaccionar.
  • Ataque de contraseña: este es otro de los recursos que emplea la ingeniería social y se basa en detectar o en sustraer la contraseña de inicio de sesión de un usuario. De esta forma se puede acceder a su cuenta bancaria o a espacios donde guarde sus credenciales.
  • Ataque al internet de las cosas: los dispositivos domésticos conectados a la red son el blanco de muchos ciberdelincuentes y pasan a ser controlados por ellos con el objetivo de causar un perjuicio.
  • Ataques de inyección: cuando los hackers recurren a estos ataques emplean un código malicioso para alterar un programa. También suelen descargar un malware para poder leer o alterar datos de los sitios web.