Comenzar un negocio no siempre es fácil ya que podemos encontrar muchos obstáculos. Si das el primer paso como trabajador autónomo debes saber que puedes encontrar dificultades económicas, pero también existen trabas burocráticas. Una opción que puede beneficiar a dos partes interesadas es traspasar un negocio. Por un lado, un empresario podrá dejar de lado una actividad que ya no le interesa o no puede atender, mientras que otra puede comenzar un negocio sin empezar de cero.
Hay muchas razones para hacer un traspaso de negocio: tal vez quieras invertir en algo que va bien, o que como decimos, tienes pero te das cuenta de que no funciona. De cualquier manera, es una opción viable y muy común, aunque debemos seguir los pasos al pie de la letra y tener en cuenta ciertos aspectos.
El traspaso de un negocio está recogido en el artículo 32 de la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos. Y antes de emprender un nuevo camino empresarial, es necesario entender qué oportunidades de negocio existen.
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¿Qué es exactamente el traspaso de un negocio?
El traspaso de un negocio es un acuerdo a través del cual se realiza la cesión del contrato de arrendamiento de un local o negocio a una tercera persona. Además del negocio en sí, las transferencias pueden incluir activos comerciales tangibles, como muebles o productos, y activos intangibles, como clientes o marcas. Esta cesión se realizará a cambio de un precio pactado por las partes.
Por tanto, el traspaso es una opción bastante cómoda y atractiva para todos los autónomos que alguna vez se han preguntado por dónde empezar para iniciar un negocio.
A través de esta opción se transmite no solo la institución donde se ubica la actividad económica principal, sino también los diversos derechos inherentes a la misma. Esto incluye derechos de propiedad (productos o acciones) o derechos personales (como obtener el alquiler del local).
Sin embargo, en este proceso se deben dar unos pasos concretos y entender los pros y contras de adquirir un negocio que ya está funcionando. La citada Ley de Arrendamientos pone de manifiesto las pautas para un traspaso de negocio:
- Cuando en la finca arrendada se ejerza una actividad empresarial o profesional, el arrendatario podrá subarrendar la finca o ceder el contrato de arrendamiento sin necesidad de contar con el consentimiento del arrendador.
- El arrendador tiene derecho a una elevación de renta del 10% de la renta en vigor en el caso de producirse un subarriendo parcial, y del 20% en el caso de producirse la cesión del contrato o el subarriendo total de la finca arrendada.
- No se reputará cesión del cambio producido en la persona del arrendatario por consecuencia de la fusión, transformación o escisión de la sociedad arrendataria, pero el arrendador tendrá derecho a la elevación de la renta prevista en el apartado anterior.
- Tanto la cesión como el subarriendo deberán notificarse de forma fehaciente al arrendador en el plazo de un mes desde que aquellos se hubieran concertado.
El proceso del traspaso de negocio
Como hemos visto, es posible traspasar una casa o local sin el consentimiento del arrendador, aunque hay que tener cuidado ya que algunos contratos de arrendamiento contienen cláusulas que prohíben el traspaso o el subarrendamiento.
A pesar de ello, el arrendador puede aumentar la renta hasta en 20% para el nuevo inquilino. Se da un mes para notificar formalmente al propietario de la transferencia.
Dentro de esta operativa, hay varios aspectos que tendremos que preparar para tener listo el traspaso.
- La difusión: lo primero es dar a conocer que tu empresa puede ser transferida. Para este fin, es muy clásico un cartel en la puerta del local. También es útil hacer uso de portales online específicos, para que cualquier interesado pueda localizarlo.
- Recopilar información: es muy necesario conocer a fondo tu negocio para su análisis e investigación para saber si realmente vale la pena o si no la inversión. Datos básicos como pagos, impuestos, las facturas recientes, licencias, tasas, inventario, etc. Cuanto más honesta sea la información que proporciones a las partes interesadas, con mayor seguridad se podrá comunicar el mensaje y más probable es que el negocio se traspase.
- Preparar contratos e impuestos: una vez que ambas partes hayan acordado el traspaso (tanto el precio y como las condiciones relacionadas), la transferencia debe hacerse por escrito mediante contrato (con la ayuda de un asesor, incluso mejor). Además, debe haber una definición clara de los impuestos que se deben registrar, como el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
- El traspaso de poderes: además de un arrendamiento de un inmueble, estamos hablando de una serie de derechos y obligaciones. Por ello, no es raro que antiguos y nuevos propietarios "convivan" durante unas semanas, poniendo en marcha el negocio, aclarando dudas y para dejar que los nuevos inquilinos gestionen el negocio de forma autónoma cuanto antes.
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