Sin duda, una de las decisiones más difíciles que debe tomar un negocio es el pivoteo de su estrategia. Esto se traduce en un cambio total, pero también debes tener en cuenta otro punto muy importante: cómo afecta a los clientes. En este post te contamos qué pasos debes seguir para pivotar y no perder su credibilidad.

Qué es una estrategia de pivoteo

Básicamente hablamos de cambiar el rumbo sin abandonar la esencia. Es decir, adaptar el modelo o incluso el producto o servicio cuando algo no está funcionando como esperabas.

De esta manera, se busca reajustar para seguir avanzando. Y en muchas ocasiones, especialmente si estás arrancando, es más común de lo que parece: sencillamente puede ser la diferencia entre echar la persiana o encontrar un nuevo impulso. De ahí que sea tan importante saber cuándo y cómo hacerlo.

pivotar o perseverar

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Este término proviene del baloncesto: pivotar es mantener un pie fijo y girarse para encontrar una mejor posición. En los negocios ese pie fijo suele ser la misión, la visión o los valores de tu empresa. Lo que cambia es la forma de llegar al objetivo, no el objetivo en sí. Y es de lo más efectiva; tanto que permite a muchas empresas sobrevivir a una crisis o evolucionar junto con su mercado.

Existen múltiples ejemplos de negocios que pivotaron. Sin ir más lejos, Twitter empezó como una plataforma de podcasting llamada Odeo. Sin embargo existe una duda recurrente: ¿y si tu clientela deja de confiar en ti después del pivoteo?

Cómo pivotar tu empresa sin perder credibilidad

Es normal que te preocupe cómo pueda afectar a tu público el pivote en tu negocio. ¿Y si deja de confiar en ti un cliente importante? Has invertido tiempo, energía y reputación en una idea, y cambiarla puede parecer una señal de debilidad. Pero no lo es, más bien al contrario.

agente de cambio

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Si pivotas adecuadamente, demostrarás que sabes leer el mercado, tomar decisiones y adaptarte a tiempo. Ahora bien: ¿sabes cómo hacerlo?

Lo primero es entender por qué necesitas pivotar. No deberías cambiar de rumbo simplemente porque algo no ha funcionado rápido. El pivoteo tiene que estar basado en datos reales: feedback de clientes, análisis de ventas, tendencias del mercado o incluso un cambio en la legislación.

Si tienes claro el motivo, es más fácil explicarlo y que tenga sentido para los demás. Y esa idea la tienes que comunicar bien. Si tus clientes no entienden por qué cambias, pueden pensar que vas a la deriva. Ese es el motivo por el que debes explicarles tu decisión con transparencia y empatía.

No dudes en comunicar qué has aprendido, por qué el cambio es necesario y cómo les va a beneficiar. Si puedes hacerlo desde un enfoque humano, mejor. Una buena historia conecta, por lo que no tengas miedo a mostrar vulnerabilidad, siempre que la combines con determinación.

Otro punto importante es mantener cierta coherencia. Aunque cambies el producto, intenta que la experiencia, el tono de comunicación o incluso parte del equipo se mantengan. Si todo cambia de golpe a tus clientes les puede chocar, pero si sienten que siguen tratando con la misma empresa que conocen y en la que confían, el cambio se vive como evolución, en vez de como una ruptura.

Y no menos importante, en el proceso del pivoteo se debe involucrar a los clientes como parte activa. Puedes hacer encuestas, lanzar versiones beta, pedir opiniones y escuchar activamente lo que dicen.

Si sigues estos consejos, el cambio de aires en tu negocio no afectará a los clientes; antes bien, les hará sentirse parte de este cambio de forma positiva, lo que puede beneficiar a tu empresa.

Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a la hora de comprender qué es el pivote en negocios y cómo hacerlo de forma efectiva para no perder la confianza de tus clientes.

Y tú, ¿te planteas un pivoteo empresarial?