En el mundo empresarial se aplican metáforas de todo tipo, como la teoría del caballo muerto o la miopía organizacional, que sirven para explicar comportamientos y patrones que se repiten en las empresas. En este post analizamos el síndrome del Titanic: descubre en qué consiste y cómo evitarlo.

Qué es el síndrome del Titanic en los negocios

A veces una empresa se hunde de forma lenta y silenciosa mientras todos dentro creen que nada grave está pasando. Esa es la idea base del llamado síndrome del Titanic.

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Y es que el Titanic, bautizado como "insumergible", emprendió su ruta inaugural pasando por alto cualquier riesgo y tras chocar con un iceberg se fue hundiendo gradualmente durante dos horas y media hasta desaparecer. De ahí que este síndrome se aplique a la negación de los problemas mientras se avanza como si el rumbo fuera perfecto, incluso cuando ya se ven señales claras de que algo va mal.

¿Qué es el síndrome del Titanic en las empresas?

También se aplica a los negocios cuando los equipos se aferran a planes que ya no encajan con la realidad o cuando los líderes insisten en mantener una estrategia solo porque costó esfuerzo diseñarla.

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Un buen ejemplo lo tenemos en Nokia. Esta empresa dominaba el sector de la telefonía durante años, hasta que apareció Apple con su primer iPhone. Nokia no entendió el mercado y siguió apostando por los mismos productos, provocando que sus rivales (primero Apple, poco después HTC y otras marcas que apostaron por Android) acabasen con su dominio.

Puede ser incómodo admitir que una previsión falló, que el mercado cambió o que una decisión importante no ha salido bien. Sin embargo, fingir que todo está bajo control no lo mantiene estable, sino que lo debilita poco a poco.

Este fenómeno se alimenta de varios factores:

  • Uno de los más comunes es la resistencia psicológica a reconocer errores.
  • Otro es la presión social del equipo, que a veces hace que la gente calle para no parecer negativa.
  • También influye una confianza excesiva en lo que uno cree que sabe del mercado.

Piensa que en algún momento aparecerá un competidor mucho más ágil que tú o una nueva tecnología que cambie por completo el sistema de tu modelo, o puede que tu perfil de cliente cambie sus hábitos. No estar preparado y atento ante los cambios conllevará un impacto muy grande.

Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a la hora de comprender qué es este fenómeno y cómo puedes evitarlo en tu negocio. Vigila muy de cerca tanto tus operaciones diarias como a tus rivales, adelántate a las tendencias y no te confíes en exceso: la clave está en ser previsor y estar atento a los movimientos del mercado.

Y tú, ¿habías oído hablar del síndrome del Titanic?