Tanto si estás emprendiendo y tienes tu propio negocio como si trabajas por cuenta ajena, sabemos que es primordial evitar un ambiente laboral tóxico. En este sentido, la disonancia cognitiva en la empresa es uno de los fenómenos más desconocidos pero que más pueden afectar a una organización: descubre qué es, cómo afecta a tu organización y cómo evitarla, junto con algunos ejemplos.
Qué es la disonancia cognitiva
Este concepto fue desarrollado por Leon Festinger en 1957 y está ampliamente aceptado en psicología: se refiere a la tensión psicológica que experimentamos cuando dos o más pensamientos o creencias entran en conflicto.
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El cerebro humano busca constantemente coherencia, y esa tensión psicológica puede aflorar también en el trabajo; por ejemplo, al hacer algo que no nos gusta o especialmente al actuar en contra de algo con lo que estamos en desacuerdo. Esta contradicción interna genera incomodidad, y nos empuja a reducirla mediante diferentes estrategias.
La disonancia cognitiva no es tan solo una incomodidad pasajera: puede ser muy perjudicial y afectar notablemente al rendimiento, a la autoestima, a la toma de decisiones, a las relaciones interpersonales... De ahí que sea importante identificarla y saber evitarla. A continuación veremos de qué modo se extrapola a un ambiente profesional.
Qué es la disonancia cognitiva en la empresa
Aplicado a los negocios, la disonancia cognitiva se produce cuando los empleados, directivos o propietarios experimentan contradicciones entre sus creencias personales, los valores corporativos y las operaciones del negocio.
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Este fenómeno se produce cuando los empleados entran en conflictos morales por trabajar en contra de unos principios. Por ejemplo, una empresa que proclama valores como la sostenibilidad y el respeto al medioambiente pero que lleva a cabo prácticas contaminantes genera inevitablemente disonancia cognitiva entre sus empleados y clientes.
Ten en cuenta que la disonancia cognitiva en la empresa puede ser muy perjudicial a muchos niveles, como:
- Productividad
- Bienestar emocional del equipo de trabajo
- Motivación
- Comunicación interna
- Imagen pública/corporativa...
Este malestar puede también desembocar en el aumento de los niveles de estrés o, incluso, de abandono de la empresa en busca de entornos más coherentes y auténticos.
Ejemplos de disonancia cognitiva en la empresa
Hay numerosos ejemplos, ya que es un fenómeno que está a la orden del día. Un caso muy habitual es el de la empresa que presume de fomentar el equilibrio entre vida personal y laboral, pero cuyos directivos trabajan largas jornadas, envían correos electrónicos fuera de horario o exigen disponibilidad total.
Esta situación provoca disonancia cognitiva entre los empleados, generando tensión y frustración. Además el equipo de trabajo sentirá presión para adoptar las mismas conductas, aunque choquen con sus propias creencias acerca de lo que es saludable y sostenible.
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Otro ejemplo podría ser el de una empresa que dice estar comprometida con la diversidad e inclusión, pero en la práctica sus equipos directivos están compuestos casi exclusivamente por personas del mismo perfil y no existen políticas reales de promoción o reclutamiento inclusivo.
Esta situación afectaría especialmente a las personas que más valoran la equidad y la representación. Al ver que el discurso inclusivo no se refleja en la estructura real de la empresa pueden sentir frustración, desconfianza y desconexión con los valores corporativos. Esto puede llevar a una menor implicación, falta de sentido de pertenencia y, como hemos dicho anteriormente, a abandonar la organización.
Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos que te haya resultado útil entender qué es la disonancia cognitiva en la empresa y cómo se produce, para ayudarte a evitarla en la medida de lo posible.
