Uno de los mejores modelos de negocio es apostar por uno que ya funcione. Y para ello, una buena opción es elegir una franquicia. Hablamos de una idea muy interesante y que te puede reportar grandes beneficios.
Eso sí, es muy importante saber cómo elegir una franquicia para que tu proyecto sea lo más exitoso posible. Para ello, te vamos a contar todo lo que debes saber para considerar si tu idea de negocio vale la pena.
¿Qué es una franquicia?
Hablamos de un negocio que ya lleva tiempo en el mercado y que, debido a su éxito, se ha ido expandiendo. Permite la comercialización de productos o servicios en un ámbito geográfico, y bajo ciertas condiciones, a cambio de una compensación económica.
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Por ejemplo, un local de comida rápida puede ser propiedad de la marca o bien una franquicia. El producto que ofrecen es el mismo, pero la franquicia suele quedarse un 70% de los beneficios y el 30% restante es para la matriz.
Y lo cierto es que es un modelo de negocio muy bueno, ya que al montar una franquicia los propietarios te dan todas las herramientas (merchandising y más material) necesarias para poder abrir tu negocio sin demasiadas preocupaciones.
Pero claro, si te equivocas de modelo de negocio el fracaso está asegurado. De ahí que sea tan importante saber cómo elegir una franquicia exitosa.
Cómo saber si una franquicia es rentable
Es normal que hayas valorado esta opción, pues la experiencia puede ser muy positiva si se hace con un estudio exhaustivo previo. Y para ello, lo más importante es saber si el modelo de negocio en el que quieres adentrarte va a ser rentable.
Veamos los principales pasos que debes seguir para garantizar que la franquicia que quieres montar va a ser rentable.
Haz un estudio de mercado: lo primero que debes hacer es un estudio para saber si el producto que vas a ofrecer tiene interés. Si por ejemplo vas a abrir un restaurante de comida rápida, deberás estudiar la localización, posible volumen de clientes, inversión necesaria… De esta manera, te aseguras que la franquicia que vas a montar tiene salida. Puede que haya otros negocios cercanos en tu zona y te interese apostar por otra idea, por poner un ejemplo.
Analiza los beneficios del franquiciador: mucho ojo con este apartado ya que es muy importante. Por este motivo debes estudiar de forma concienzuda el contrato que vas a firmar con tu franquiciador para saber quién se ocupa del mantenimiento de equipos defectuosos, renovación de cartelería, envío de productos, comisiones… Déjalo todo muy bien atado antes de arrancar.
Vigila a la competencia: una muy buena idea consiste en visitar las tiendas de la competencia, o tus futuros compañeros franquiciados, para saber si una franquicia es rentable. Nada más divertido que sentarte con un café y fijarse en cuántos clientes entran, qué compran y otros detalles que te pueden dar una idea de si tu modelo de negocio es viable.
Deja claras tus necesidades: no te cortes cuando estés hablando con franquiciadores sobre tus necesidades para evitar futuros dolores de cabeza por no dejar las cosas claras. Es muy importante en este tipo de negocios que haya comunicación para resolver posibles problemas y evitar males futuros.
Como habrás podido comprobar, hay varios factores a tener en cuenta a la hora de abrir una franquicia, pero ahora cuentas con todas las herramientas necesarias para cumplir tu sueño y tener un negocio propio con una gran proyección.
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