Montar un negocio propio no es solo una cuestión de ideas, inversión o estrategia. Y es que hay un factor clave que muchos pasan por alto: el entorno. Cuando hablamos de por qué tu entorno puede estar saboteando tu emprendimiento sin saberlo no hablamos de la economía ni del mercado, sino de algo mucho más cercano y, a veces, más peligroso. En este post te damos todas las claves.
Los 5 errores del emprendimiento: cuando el enemigo está en casa
Con entorno nos referimos a familia, amigos, pareja… Es decir, a cualquier círculo íntimo que te quiere, pero que puede estar minando tu proyecto sin darse cuenta. Y es que una de las grandes claves para un emprendimiento exitoso es saber detectar cuáles personas suman y cuáles restan. El secreto está en identificar esas dinámicas que te frenan y aprender a gestionarlas.

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Uno de los errores del emprendimiento más comunes es asumir que todo el mundo a tu alrededor va a entender y apoyar tu proyecto. No siempre es así: a veces tu entorno puede convertirse en un freno. Y si no lo detectas a tiempo, puede convertirse en uno de estos 5 errores de un emprendedor que pueden llevarte a quedarte estancado.
El miedo que te contagian
Uno de los mayores frenos cuando decides emprender es el miedo. Y lo más curioso es que muchas veces no es tuyo, sino que viene de fuera. Tu madre que te dice "¿Y si no te va bien?", tu amigo que te suelta un "Yo no me arriesgaría en estos tiempos", tu pareja que empieza a cuestionar cada decisión que tomas…
Estas frases pueden parecer inocentes, pero calan y consiguen plantar dudas. Y esas dudas pueden convertirse en bloqueos. Este tipo de comentarios muchas veces reflejan los propios miedos de los demás, no los tuyos. Pero si no lo tienes claro, acabas absorbiéndolos como si fueran verdad.
El "consejo" que te desvía
Otra de las formas más comunes de sabotaje involuntario es el consejo gratuito. Seguro que te suena: "Yo que tú haría esto", "Deberías enfocarte en X", "Tendrías que hacerlo como lo hace X".
El problema no viene de escuchar ideas nuevas. El problema es cuando esos consejos vienen de personas que no tienen ni idea de tu sector, de tu visión ni de tu objetivo. Pero como son cercanos, les das peso y empiezas a dudar de lo que ibas a hacer, a cambiar cosas que no necesitaban cambiarse y a tomar decisiones que no te representan.
Este es uno de los errores emprendedores más comunes: dejarse llevar por voces externas que no tienen contexto ni conocimiento. Y muchas veces se hace por no querer decepcionar a quienes nos rodean.
La falta de apoyo real
Otra forma de sabotaje silencioso al emprender es la falta de apoyo práctico. No hablamos de dinero ni de inversiones, sino de cosas tan simples como entender que un emprendedor tiene menos tiempo, que estás trabajando el doble que antes o que necesitas tranquilidad para enfocarte.
A veces, tu entorno sigue tratando tu emprendimiento como si fuera un hobby. No valoran el esfuerzo que requiere y te piden que tengas el mismo tiempo como si nada hubiera cambiado. Eso te agota y dispersa.
La comparación constante
"¿Y cómo te va comparado con X que también se montó algo?" o "He visto a otro que hace lo mismo pero le va mejor, ¿por qué no haces como él?" son frases muy conocidas.
Las comparaciones son el veneno silencioso del emprendedor. El problema es que muchas veces vienen de los más cercanos. Puede que no lo hagan con mala intención, pero terminan activando tu inseguridad.
Cada proyecto es distinto y cada ritmo es único. Pero cuando constantemente te están recordando lo que otros han conseguido, es fácil que empieces a pensar que tú estás haciendo algo mal. Y ahí empiezan los problemas para seguir emprendiendo.
El juicio disfrazado de preocupación
Hay una forma de sabotaje muy común: el juicio camuflado. "No es por criticar, es que me preocupo por ti". Y tras esa frase llegan todos los comentarios que te hacen sentir que no vales, que te estás equivocando o que estás perdiendo el tiempo.
Este tipo de juicio es el más difícil de detectar, porque se presenta como cariño. Pero si al escucharlo te sientes más pequeño, más inseguro o más desmotivado es un freno, y necesitas aprender a gestionarlo cuanto antes.
¿Qué puedes hacer si tu entorno te frena?
La solución no es aislarte ni cortar relaciones, pero sí es importante aprender a poner límites. Comunica tu visión, explica tu proyecto con claridad y pide lo que necesitas: tiempo, comprensión, espacio o simplemente que no opinen si no lo pides.
También puedes rodearte de otros emprendedores. Hoy en día hay comunidades, eventos y grupos online donde puedes conectar con personas que están en el mismo proceso que tú. Eso te dará perspectiva sobre tu proyecto y te recordará que no estás solo.
Y sobre todo, confía en tu instinto. Una de las grandes lecciones del camino emprendedor es aprender a escucharte a ti por encima del ruido. Porque nadie más que tú sabe lo que estás construyendo y por qué lo haces.
Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a comprender la importancia del entorno para no cometer errores de los que te podrías arrepentirte.