Cuando se gestiona la contabilidad de una empresa hay que tener en cuenta aspectos como el dinero que se genera y el que se gasta o invierte. Todo esto hace que sea frecuente preguntar qué es el pasivo. Este concepto hace referencia a las obligaciones de pago que tiene una entidad.

El pasivo es una parte más de la contabilidad de una empresa y es fundamental porque en ocasiones es inevitable solicitar préstamos para conseguir financiación. También es un indicativo de la liquidez con la que cuenta una entidad y muestra su capacidad para cumplir con sus obligaciones de forma inmediata.

Por otro lado, el pasivo y su significado relacionado con las obligaciones de pago de una empresa es una referencia que refleja la situación económica de la entidad. Si una empresa presenta un pasivo muy alto, podría enfrentarse a problemas de liquidez. Mientras que, si ese pasivo se puede gestionar sin dificultad, la situación de la entidad sería estable.

Ejemplos de pasivo en una empresa

Entre los ejemplos de pasivo de una empresa se encuentran el pago de los impuestos, el abono de los salarios, los préstamos contraídos o las cuentas por pagar. Todo esto influye en su marcha económica. De hecho, es importante saber cómo calcular el pasivo. Para hacerlo hay que restar el pasivo corriente, que son las deudas que se tienen que pagar a corto plazo al no corriente, que hace referencia a los pagos que se pueden realizar a largo plazo.

También es importante que haya un equilibrio entre el activo y el pasivo. El activo representa los bienes que tiene la empresa, como el dinero en efectivo o las propiedades. Mientras que el pasivo, en líneas generales, hace referencia a las obligaciones financieras de la entidad. La diferencia entre activo y pasivo recibe el nombre de patrimonio neto.