El neuromarketing es una disciplina que se encarga de analizar los comportamientos y las reacciones que experimentan las personas cuando son receptores de una campaña de marketing. Para lograrlo estudian el cerebro de una forma multidisciplinar y funciona como un soporte de la psicología ya que también busca conocer el funcionamiento de la mente humana.
En el neuromarketing se aplican las mismas tecnologías que en la neurociencia que estudia el comportamiento del sistema nervioso y la relación que tiene con otras funciones como la atención, la memoria o las emociones. Esta disciplina requiere de profesionales especializados en psicología y mercadotecnia, pero también de expertos en otras áreas como economía o sociología que sepan interpretar los resultados de los informes que se generan al utilizar el neuromarketing.
Tipos de neuromarketing
El neuromarketing se puede aplicar de diferentes formas. Además, todas ellas son compatibles y ninguna impide el desarrollo o aplicación de otra. Existen diferentes tipos de neuromarketing, pero hay cuatro que se distinguen del resto.
1. Neuromarketing visual
En esta modalidad se analiza el impacto que provocan las imágenes que recibe el receptor. Además, estudia en profundidad el tiempo que permanecen esas imágenes en la memoria del consumidor y las reacciones que generan en su comportamiento.
2. Neuromarketing auditivo
Este tipo de neuromarketing se centra en la acción que ejercen los sonidos de una campaña y como el receptor los asocia con ese producto o servicio. En esta modalidad se estudian los propios sonidos, las músicas y el ASMR que son las siglas correspondientes a “Autonomous Sensory Meridian Response” que significan respuesta sensorial meridiana autónoma. El ASMR hace referencia a las sensaciones de placer que producen ciertos sonidos en el usuario como el agua de una cascada al caer.
3. Neuromarketing digital
Esta variante de neuromarketing se centra en el estudio del impacto que producen las campañas de marketing digital en los usuarios. Estas campañas llegan a los receptores a través de canales como la televisión, las revistas digitales, las redes sociales o las aplicaciones entre otros.
4. Neuromarketing kinestésico
Este es uno de los tipos menos utilizados y consiste en estudiar cómo se puede influir en un usuario al mostrarle un producto a través de sentidos como el gusto, el olor o el tacto. El efecto que provocan estos sentidos favorece que se produzca un fenómeno de recuerdo asociación que logran que lo que se ofrece en ese anuncio permanezca en la mente del receptor.