El derecho al olvido es, como su propio nombre indica, el derecho que tienen los usuarios a que se eliminen sus datos personales de un entorno online. Esta medida se estableció hace más de una década y supuso un cambio. Algo similar ocurrió con la celebración del Día de la Protección de Datos que reivindica el derecho a tener una vida privada digital.
El 13 de mayo de 2014 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emitió una sentencia bajo la cual los motores de búsqueda quedaban obligados a cumplir con las normativas de protección de datos personales que repercuten sobre las empresas. Esto hizo que los grandes motores ofrecieran el derecho a suspender los datos personales de internet a cualquier usuario. Esta medida inicial marcó el origen del derecho al olvido que se conoce actualmente.
¿En qué consiste el derecho al olvido?
Para establecer en qué consiste el derecho al olvido hay que tomar como referencia la definición que la Agencia Española de Protección de datos aporta a esta medida. Se trata del derecho que tiene una persona a solicitar que sus datos personales queden suprimidos de los buscadores de internet. Esta medida también afecta a entidades de la importancia de Google.
El Reglamento General de Protección de datos establece en su artículo 17 que “el interesado puede solicitar la suspensión de sus datos personales y el proveedor correspondiente tiene la obligación de hacerlo”. Aunque para ello se tienen que cumplir una serie de supuestos.
- Esos datos ya no sean relevantes para el objetivo con el que se obtuvieron.
- El interesado decida retirar el consentimiento bajo el cual se trataron sus datos.
- Que el interesado tome la decisión de oponerse al tratamiento de sus datos.
- Que sea información recogida con fines ilegales.
- Cuando el derecho comunitario o los Estados miembros emitan una obligación legal para la suspensión de los datos.
- Cuando los datos correspondan a menores de 16 años y hayan sido recopilados sin la autorización de sus progenitores o tutores legales.