La depreciación hace referencia a la pérdida de valor que sufre un bien con el paso del tiempo. Este descenso del valor se produce por factores como el desgaste que genera su uso o los propios años de vida útil que acumula ese bien. En algunos libros de contabilidad la depreciación aparece reflejada como un gasto de la propia empresa.
¿Cómo se calcula la depreciación?
La deprecación se calcula utilizando una fórmula sencilla que también recibe el nombre de línea recta. La fórmula es:
Depreciación = Precio del activo / número de años de vida útil
Es decir, se divide el coste de ese activo entre el tiempo que se lleva utilizando, el resultado indicará cual ha sido la devaluación económica que ha sufrido.
Los resultados de la depreciación no suelen ser muy llamativos hasta que se llega al quinto año, de ahí en adelante esta pérdida de valor es más considerable. Además, este fenómeno de la depreciación se da en la inmensa mayoría de los activos de los que dispone una empresa.
Tipos de depreciación
En el cálculo de la depreciación de un bien influyen diferentes factores y todos ellos son importantes en el momento de averiguar cuál es el grado de su depreciación. Este contexto provoca que además del método lineal, haya diferentes modalidades de cálculo de la depreciación:
- Depreciación acelerada: se basa en el pago de una cuota de depreciación del activo durante el primer año de su vida útil.
- Método de reducción: se aplica comparando en valor de un activo con el de aquel que se va a calcular su depreciación.
- Método de producción: este sistema se basa en la productividad y divide el valor total del activo entre el número de unidades del mismo que se fabrican. Posteriormente se multiplica ese resultado por la cantidad de unidades fabricadas y se vuelve a multiplicar por los costes de producción que han tenido cada una de ellas.
- Método decreciente: Se basa en aplicar cuotas de depreciación altas durante los primeros años de vida de ese producto con la idea de que posteriormente sean más inferiores. Este sistema se aplica cuando se sabe que la depreciación de ese artículo irá en aumento.
¿Qué tipo de cuenta es la depreciación activo o pasivo?
La depreciación es un tipo de cuenta que recae sobre los activos fijos que son recursos que se compran y están diseñados para ser duraderos. Esto quiere decir que el objetivo es que le den un servicio a la empresa durante varios años y su venta no está pensada. Son bienes que se utilizan con cierta frecuencia y la depreciación hace que irremediablemente con el paso de los años pierdan valor.