Ampliar un negocio es un proceso complejo que requiere tener en cuenta muchos factores e interrogantes: ¿qué tamaño se quiere alcanzar? ¿Qué tipo de crecimiento se pretende? ¿Quieres crecer orgánicamente o mediante adquisiciones? ¿Existen factores externos que puedan afectar a nuestra capacidad para crecer con éxito?
Estas son solo algunas de las preguntas a las que hay que responder antes de poner en marcha una estrategia de ampliación que tenga éxito. Tener unos cimientos sólidos es el primer paso para escalar un negocio. Esto significa que se ha construido la empresa sobre una base estable y que está preparada para crecer.
Si crees que estás preparado, debes realizar una labor de investigación y planificación adecuada. Por ese motivo, te dejamos consejos a tener en cuenta antes de escalar tu negocio. Nadie mejor que tú conocerá la situación y posibilidades de crecer, pero son muchos factores, y no solo la voluntad, los que influyen en el éxito o fracaso. Descubre si es el momento.
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Aspectos a tener en cuenta al escalar un negocio
Cuando se trata de escalar un negocio, hay algunos aspectos clave que deben tenerse en cuenta. Es algo que podría resumirse en la resolución de las tres grandes preguntas: ¿qué se quiere conseguir?, ¿cómo se va a lograr? y ¿cuánto tiempo, dinero y esfuerzo va a requerir?
Crear una declaración de visión
Una declaración de visión es una descripción inspiradora de cómo quieres que sea tu empresa en el futuro; una sola frase que recoge lo que puede llegar a ser Debe crearse con pasión y compromiso, porque se trata de una guía en la toma de decisiones importantes a lo largo del ciclo de vida de tu negocio.
La creación de una gran declaración de visión requiere comprender quién es (o será) nuestro cliente ideal, cómo se comporta y por qué nos elige antes que a otra empresa. Este enfoque ayuda a garantizar que, independientemente del tiempo que pase o de los cambios que se produzcan en el sector o en la sociedad en general, siempre habrá personas dispuestas a pagar por lo que ofrecemos.
Identifica tus objetivos a largo y corto plazo
Es importante identificar los objetivos a largo y corto plazo. También es fundamental que todas las personas implicadas en el proyecto comprendan cómo contribuye cada aspecto a la consecución de esos objetivos. Por ejemplo, si queremos aumentar los ingresos por ventas en un 15%, tener claro qué volumen de ventas se debe generar para lograr ese objetivo.
Tener un plan y una estrategia
Al decidir cuándo escalar un negocio se debe tener un plan. Esto no es lo mismo que tener una estrategia; una estrategia es la dirección general de la empresa, y los planes se alinearán con ella. Un buen plan debe ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a las circunstancias cambiantes, pero también debe proporcionar objetivos para cada etapa de crecimiento.
Esos objetivos deben siempre dar pequeños pasos que puedan alcanzarse con facilidad; intentar crecer demasiado deprisa podría acarrearte importantes pérdidas financieras e incluso la quiebra. Un mal plan puede significar que no hay un objetivo claro ni una asignación de recursos, y esto puede llevar a perder tiempo y dinero en elementos innecesarios que podrían evitarse fácilmente con un enfoque más centrado desde el principio.
Haz un balance de tus recursos
Hacer un balance de los recursos, tanto tangibles como intangibles, es un paso crucial en el proceso. Debes evaluar de cuánto capital dispones para invertir en el crecimiento de la empresa. También se debe tener en cuenta nuestra capacidad para conseguir financiación adicional si la necesitamos.
También es importante no subestimar el impacto de los recursos intangibles. Los recursos intangibles (como las redes de contactos o los conocimientos especializados que no son fáciles de cuantificar) pueden resultar muy valiosos durante este proceso. Identifica los activos intangibles que podrían ayudar a hacer crecer tu empresa y, a continuación, evalúa la mejor manera de utilizarlos para lograr el máximo éxito en el proceso.
