En un contexto de emprendimiento, las personas ordenadas tienen una ventaja significativa. Y es que cuando el caos se instala como rutina, el desorden comienza a lastrar la productividad. Si la gestión del tiempo y de la energía son importantes, no lo es menos evitar el desorden laboral: te presentamos las mejores estrategias para salvar este obstáculo y mejorar tu productividad en el día a día.

¿Por qué es perjudicial el desorden en el trabajo?

Muchos emprendedores normalizan trabajar con la mesa llena de papeles, el móvil con cientos de notificaciones sin leer, la bandeja de entrada desbordada o post-its por todos lados, pero esto no es beneficioso.

Mesa de escritorio con ordenadores

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A simple vista parece inofensivo, casi parte del "encanto" del emprendedor caótico. Pero ese desorden es mucho más que visual, y afecta de diferentes maneras a la productividad.

Para empezar, con total seguridad el desorden laboral se traducirá en retrasos, falta de foco, mala planificación, decisiones reactivas y estrés innecesario. O lo que es lo mismo: menos eficiencia, más ansiedad y peor rendimiento.

También puede afectar la forma en la que otros te perciben: clientes, colaboradores, inversores. Si transmites desorganización, te costará que confíen en tu capacidad para liderar un proyecto. Además has de tener en cuenta la contaminación visual, un mal que debes evitar a toda costa.

Consejos para evitar el desorden laboral

Por suerte, hay mecanismos para evitar el desorden en el trabajo y existen estrategias de fácil aplicación que te permitirán poner orden en tu día a día.

metodología six sigma

Si eres una persona que tiende al caos y al desorden, te recomendamos seguir estos consejos.

Adopta una metodología que se adapte a ti

El primer paso es encontrar un sistema que encaje contigo. No todos somos iguales, y lo que a uno le funciona a otro no le irá bien.

Sin embargo, hay metodologías que puedes probar, como el método Kanban, que permite ver de un vistazo lo que está pendiente, lo que estás haciendo y lo que ya has terminado. La clave está en no depender de la memoria para todo y tener una estructura.

Establece rutinas claras, aunque sean mínimas

Una persona desordenada tiende a improvisar. Y aunque cierta flexibilidad es útil, no puedes vivir en la improvisación constante. Crear rutinas mínimas pero sólidas es fundamental para evitar el desorden en el trabajo.

Por ejemplo, puedes empezar el día revisando tus tareas, dedicando 15 minutos a planificar y 15 al final para cerrar temas pendientes. No hace falta que cada minuto esté programado, pero sí tener algunos anclajes que te ayuden a organizarte.

Ordena tu espacio

Tu entorno físico influye directamente en tu disposición y hasta en tu estado de ánimo. Si tu escritorio es un campo de batalla, lo más probable es que tus ideas también estén desordenadas. Ordenar no es una pérdida de tiempo, sino una inversión para mejorar tu productividad.

No hace falta que todo sea perfecto, pero sí que tengas un espacio donde puedas trabajar sin distracciones visuales, con lo necesario a mano y sin una pila de cosas "pendientes". Esto también se aplica a tu entorno digital: escritorio del ordenador, carpetas, correo... El desorden virtual también agota y distrae.

Aprende a decir no y a delegar

El desorden muchas veces viene de decir sí a todo. Aceptas más tareas de las que puedes asumir, lo apuntas "para después", y al final tienes una montaña imposible de gestionar. Si quieres evitar el desorden laboral, debes aprender a poner límites y a delegar: apuesta por herramientas y personas que te ayuden a mantener el orden.

Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado con estos consejos para evitar el desorden en el trabajo y mejorar tu productividad para que puedas cumplir con todos tus objetivos.

Y tú, ¿cómo evitas el desorden en el trabajo?