Hacer dinero rápido con un producto viral es tentador, ¿por qué no subirte a esa ola y ganar dinero? Sin embargo, aunque parezca buena idea al principio, suele esconder más trampas que oportunidades reales. Descubre en este post los peligros de emprender en modas pasajeras.
Estos son los peligros de emprender en modas pasajeras
Como verás más adelante, hay razones por las que emprender en modas pasajeras puede ser un peligro. Estas son las cuestiones que deberías considerar antes de emprender en un producto que ahora está en la cresta de la ola, pero que no tienes la seguridad de que se vaya a mantener.
Llegas tarde

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Este es el primer gran problema. Cuando tú ves la moda, probablemente ya haya pasado la fase buena. Las redes sociales y los algoritmos hacen que todo se mueva a una velocidad bestial: una tendencia se vuelve viral, empieza a generar ruido y cuando tú llegas a ella los primeros ya han hecho el negocio y los consumidores están empezando a cansarse.
El ciclo de vida de las modas fugaces es cortísimo y si no estás en la primera oleada, vas tarde. Si es este último caso los márgenes se reducen, la competencia es feroz y el interés ya está cayendo en picado.
Te quedas atrapado con stock muerto
Uno de los clásicos destacados. Decides lanzarte con fuerza: compras el producto, montas una tienda, haces publicidad y, de repente, todo se desinfla. Lo que parecía que se iba a vender solo ya no funciona y tienes un problema de stock muerto.
Tienes un montón de cajas en el almacén, sin salida y sin demanda porque el producto ya no interesa a nadie. Así que, aunque contabas con un ingreso fácil, ahora tienes un problema logístico y financiero.
Lo peor es que recuperar esa inversión suele ser misión imposible. Lo máximo que puedes hacer es vender con pérdidas y asumir el golpe. Y si te ha pillado sin colchón, puede ser suficiente para dejar el negocio tocado o hundido.
No construyes una marca, solo haces "una venta"
Uno de los errores más graves de emprender en una moda pasajera es que no estás construyendo nada sólido. No hay propuesta de valor real, no hay narrativa de marca ni consigues una conexión con el cliente. Simplemente estás ofreciendo algo que hoy está de moda.
Ojo, vender algo puntual no es malo si tienes una estructura sólida detrás. Pero si todo tu negocio gira en torno a una tendencia que tiene fecha de caducidad, estás en terreno muy frágil.
La moda no depende de ti, ni la puedes controlar
Cuando tu proyecto depende por completo de algo que tú no controlas, estás en manos del azar. Las modas cambian sin previo aviso: se queman en redes, saturan el mercado o simplemente pierden fuerza de un día para otro.

No puedes alargar su ciclo, ni puedes influir en la demanda o mantener el hype. Simplemente dependes de que el público siga interesado, por lo que no es precisamente la situación más favorable.
Las grandes marcas saltarán
Otro peligro real es que, si una moda funciona y empieza a mover dinero, los grandes llegan rápido. Y cuando llegan ellos, se acabó el juego para los pequeños porque tienen más músculo, mejores precios, distribución inmediata y capacidad para inundar el mercado. Tú, en cambio, te ves obligado a competir con ellos en condiciones que no puedes igualar: bajan los precios, copan la atención y agotan la demanda.
En MASMOVIL NEGOCIOS esperamos que te haya resultado útil descubrir los peligros de emprender en modas pasajeras y te animamos a considerar tus opciones antes de lanzarte a vender el nuevo producto que está arrasando.