SpaceX se ha ganado la atención de todo el mundo por méritos propios. Ha sido la primera compañía privada que ha devuelto una nave espacial desde la órbita terrestre a la superficie, lográndolo por primera vez en diciembre de 2010.
La compañía volvió a hacer historia en mayo de 2012 cuando su nave espacial "Dragon" entregó una carga en la Estación Espacial Internacional, una gran hazaña que antes solo habían realizado las organizaciones gubernamentales. Desde entonces, Dragon ha repetido este servicio en la estación en múltiples ocasiones, proporcionando misiones regulares de reabastecimiento para la NASA y ahorrándoles cientos de millones de dólares.
En 2017, SpaceX logró con éxito la primera réplica de un cohete de clase orbital: un hito histórico en el camino hacia la reutilización completa y rápida de cohetes. Pero sus miras van mucho más allá.
Elon Musk quiere situar a su compañía al frente del mercado aeroespacial
En los próximos meses veremos un nuevo lanzamiento del Falcon Heavy (el anterior fue el 6 de febrero de este mismo año). El cohete despegará cargado tanto con satélites militares como privados. Esto podría establecer un par de registros: como la carga comercial más pesada y, si las cosas van bien, incluso podría obtener un mayor refuerzo autónomo del que se esperaba para el anterior lanzamiento.
Esta misión, previsiblemente, será en junio. La nueva versión estará construida por la organización no gubernamental The Planetary Society (la Sociedad Planetaria) y Bill Nye, su director, es uno de los mayores defensores del proyecto.
SpaceX también quiere intentar el primer aterrizaje en el agua de su carenado (el revestimiento de los cohetes), según insinuó Musk en la conferencia de prensa posterior al lanzamiento de Falcon Heavy. Podemos esperarlo en los próximos seis meses, pero el problema es que no es un aterrizaje guiado y el carenado tiende a ir a la deriva en su descenso guiado por las corrientes de aire. "La recuperación del carenado ha resultado sorprendentemente difícil", afirmó.
Quieren desarrollar una especie de plataforma flotante en la que aterrice de forma segura. Atrapar los componentes antes de que golpeen contra el agua sería otra hazaña histórica, ya que reduciría los costes del lanzamiento y la recuperación al tener que crear un nuevo cohete desde cero. "Creo que podríamos hacer algo similar para Dragon", añadió medio en broma.
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El último hecho importante planificado para este año es un vuelo tripulado de la nueva cápsula Dragon, el "Dragon 2". Musk dijo en la conferencia de prensa que aspiran a lanzar en órbita un vuelo con tripulación para finales de este año.
Las misiones tripuladas comerciales son la siguiente gran área de interés de la industria espacial comercial, y SpaceX compite con Boeing y Airbus por llevarse toda gloria. Pero enviar humanos en cohetes que pueden explotar no es una opción. La fiabilidad de la plataforma de lanzamiento debe ser sólida para poder garantizar nuestra seguridad.
Musk quiere que nos convirtamos en una civilización espacial y que habitemos múltiples planetas como, por ejemplo, con la construcción de una ciudad autosuficiente en Marte. El que la compañía logre estas y otras proezas durante los próximos años depende de muchas variables, pero después de su último lanzamiento somos bastante optimistas.
Puede que todo esto nos suene a ciencia ficción, pero si echamos la vista atrás también sucedía lo mismo hace cuarenta años. Si no quieres contar con un servicio de los años 20, desmarcarte del resto y contrata el mejor servicio de Fibra + Móvil. Consulta más detalles sobre nuestras tarifas en la web o llámanos gratis al 1495.