En un mundo tan globalizado donde las marcas ofrecen productos o servicios muy parecidos, la lucha por la diferenciación es una realidad. Además, todo ello se suma a un consumidor mucho más exigente que desecha y olvida lo que no le resulta relevante.
Las compañías se encuentran ante el desafío de crear una cultura de contenidos que conecte con el target. La industria audiovisual, por su parte, es gran especialista en branded content y un claro ejemplo a seguir. Netflix es uno de los mayores referentes en este tipo de estrategias por las cuales ha conseguido enganchar a su público, no solo por lo que la propia plataforma ofrece en sí, sino por la publicidad y las acciones de marketing que han hecho que se forme una gran comunidad.
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Crear una cultura de contenidos es un proceso que conlleva un trabajo en el tiempo. Ryan Stoner, group strategy de Phenomenon, plantea las claves que cómo marca puedes implementar para conseguir crear este tipo de cultura:
Detecta un ADN que sea único
El error principal es intentar forzar a todo tu público a que se integre al ADN, pues debe ser precisamente al revés. Se trata de entender a tu target y hablarles en el mismo idioma, de manera que detectes ese "ADN único" que encaje con su forma de pensar, vivir experiencias y de entender la vida.
Encuentra el elemento cultural diferenciador
El consejo principal de Stoner es fijarse en los diferentes competidores de productos o producciones de entretenimiento para determinar qué diferencia existen entre ellos. Al final los consumidores buscan conectar con aquellas campañas que entienden lo que piensan culturalmente.
Haz protagonistas a los usuarios más entusiastas
Para tener una audiencia fiel se necesita tiempo y constancia. Por ello, es importante invertir tiempo en fidelizar a aquellos usuarios más potentes, que son tus verdaderos fans, y en hacerles sentir importantes. Los millennials son y quieren ser los protagonistas, por lo que tus contenidos deben partir de sus intereses.
Materializa sus pasiones
Posiblemente uno de los pasos más complicados, pero también una de las grandes claves. Se trata de unir la cultura con el producto y para ello hay que basarse en la creatividad y en el famoso "prueba-error".
Elevar la conversación cultural
Para despertar la conversación cultural, el producto debe ser auténtico y relevante para la audiencia. Ver reflejado las conductas y a su propio entorno será un generador de interés en la comunidad.
En conclusión, se puede establecer que ser auténtico es la clave que conecta con el target más joven y es un factor que puede extrapolarse a cualquier industria más allá de la audiovisual.
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