El burnout o agotamiento es un cuadro de fatiga física, emocional y mental generado en el ámbito laboral. Su rasgo principal es el aumento del estrés del trabajador, que se siente "quemado" y sus dos síntomas más comunes son la depresión y la ansiedad. Este síndrome puede tener consecuencias muy graves, tanto físicas como psicológicas. Afortunadamente, se puede evitar.
Hablamos de la causa de la mayoría de las bajas por enfermedad. El burnout ocurre con mayor frecuencia en personas que eligen una profesión considerada vocacional (muy común entre profesionales de la salud, maestros y trabajadores sociales). Inicialmente, el malestar aparece solo en el lugar de trabajo, pero a la larga es fácil que lo hagan a la vida personal del trabajador. Finalmente, sus consecuencias repercuten a casi todos los niveles.
Aunque este síndrome aparece con mayor frecuencia en ciertos sectores, hoy sabemos que está muy relacionado con aspectos relativos a la organización y la capacidad de responder a los problemas laborales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido esta dolencia y se ha incluido en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE-11), desde el 1 de enero de 2022.
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Causas y prevención del burnout
Los principales desencadenantes del burnout son el entorno y las condiciones de trabajo. Por ejemplo: altos niveles de estrés, carga de trabajo excesiva, falta de autonomía, etc.
Si las expectativas sobre un trabajador (o las autoimpuestas) son muy altas y no se cumplen, este puede sentirse ansioso, indiferente o triste. No existe un perfil de persona que pueda padecer burnout, aunque ciertas cualidades y rasgos de personalidad son más propensas a padecerlo.
La prevención del burnout debe comenzar en la empresa. En primer lugar, deberán evaluarse qué situaciones generan estrés y ansiedad a la plantilla y tomar las decisiones y acciones adecuadas para reducirlo. Para ello, es posible que se necesite mejorar la organización y proporcionar las herramientas necesarias para ayudar a que los trabajadores rindan más, sin sobrecargas.
Por otro lado, es importante que los trabajadores se replanteen sus expectativas de trabajo. Esto no significa que deban abandonar sus ambiciones y aspiraciones, pero sí encontrar un punto intermedio y valorar cada situación como una oportunidad para aprender y crecer en áreas distintas a las propuestas originalmente.
Algunos consejos para evitar el burnout son los siguientes:
- Horario de trabajo: lo ideal es respetar el horario laboral, ya que comienza siendo el germen del burnout en muchas ocasiones.
- Comunicarse: observar y escuchar atentamente cuando un colega comenta algo es muy importante. Igualmente lo es buscar consejo y apoyo, ya que abre otras perspectivas en las que quizás no habíamos pensado.
- Saber delegar: poder confiar en otros es una liberación de carga f´´isica y mental. Un negocio es un engranaje de equipo.
- Desconexión: igual que cumplir con el horario de trabajo es importante, también lo es desconectar y dedicar tiempo a la familia, pareja, amigos o hobbies.
- Autocuidado: dormir bien, la organización en las horas de comida, alimentarse e hidratarse correctamente o dedicar tiempo a hacer algo de ejercicio regularmente son claves para el bienestar.
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